La tía Clara contaba que a Manizales la fundaron unos montañeros que llegaron a pie limpio buscando oro y descubrieron el café, que en esa época valía más que el oro. En sus comienzos, el pueblo era un pantanero donde se revolcaban los marranos, pero veinte años después, ya tenían una iglesia, diez trapiches paneleros, ocho tejares, una curtimbre, un telar y lo más importante: tres alambiques para destilar aguardiente. Calle REAL de antes del incendio En el pueblo vivían (¡y bebían!!) tres mil agricultores según dice un censo curioso del año 1870 que registra además 70 guaqueros, 240 sirvientes, 38 arrieros y 152 comerciantes. La ciudad ya era buena para los estudiantes de los cuales había 735, más 14 profesores, 4 médicos (que debían ser yerbateros, mediquillos y teguas), 2 ganaderos que debían ser los Dosgutiérrez (me imagino yo), y finalmente 3 curas y 3 vagos (o sea 6 vagos). Y uno de esos tres curas era el padre Ocampo que además de la ponchera para recoger billete, ten
La tienda de mi tía Clara en el camino que va de Neira a Manizales, tenía cucas, gelatinas, polvorosas, borrachos, liberales, cocoteros y aguardiente amarillo de Manzanares. ⸺¿Ustedes los citadinos a que vienen al campo? ⸺ me preguntó UN DIA la tía. ⸺A desestresarnos tia.. ⸺¿Y los del campo a donde vamos entonces? ⸺No sé, tia. ¿Al mar tal vez? ⸺No sea tan sororombatico . Vamos a la ciudad. O salimos al corredor de la casa a ver pasar gente para la ciudad. Por esta tienda por ejemplo pasó para Manizales el obispo de Medellín con mitra y báculo en una mula blanca, pasó el elefante del circo Royal Dumbar arrancando racimos de banano con la trompa. Pasaron los tenores de La ópera de Milán ensayando una ópera, el Verraco de guacas con sus seis mujeres, un automóvil desarmado que venía en parihuela de bueyes (el primero que llegó a Manizales), paso el judío errante y dijo profecías, el poeta Valencia de Popayán dejó la firma en la pared y pasó tambié